Mâcon es una pequeña ciudad al este del centro de Francia, ubicada en la provincia de Borgoña. Los alrededores albergan muchas bodegas que elaboran vino de Borgoña, o conduzca 20 minutos hacia el sur y visite las bodegas de Beaujolais.

Dentro de la ciudad, hay muchos museos y edificios históricos que capturarán tu imaginación. Los principales lugares de interés incluyen la catedral, el Museo de Bellas Artes y el Hôtel de Senecé.

La ciudad es pequeña, por lo que caminar por ella es fácil. Hay un par de rutas de autobús para quienes prefieran esta opción, ya que el aparcamiento en la ciudad suele estar lleno.

Llegar allí

Hay dos estaciones de tren. Mâcon Loché TGV está a unos 10 km de la ciudad y tiene líneas a Marsella, Lyon y París. Mâcon Ville está en el centro de la ciudad para los trenes locales que van a Lyon, Dijon y Bourg-en-Bresse. Hay un autobús que conecta las dos estaciones.

En coche, París y Marsella están a unas 4 horas de distancia, mientras que Dijon y Lyon están a aproximadamente una hora en coche.

Durante la Edad Media, Mâcon fue el centro administrativo de un condado que pertenecía al Ducado de Borgoña. Debido a su situación en el extremo del puente sobre el río Saona, que conduce al territorio perteneciente al Ducado de Saboya, la ciudad controlaba el acceso a lo que hoy es el Valle de Lamartinien.

En 1790, la matriarca de una destacada familia local dio a luz a un hijo que sigue siendo muy visible en su ciudad natal, el poeta e historiador romántico Alphonse de Lamartine. El gobierno revolucionario designó a Mâcon como capital (chef-lieu) de Saona y Loira, un departamento recién creado dentro de la reorganización radical del gobierno nacional.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Mâcon fue la primera ciudad de la zona libre desocupada entre París y Lyon. La ciudad fue liberada el 4 de septiembre por las tropas que habían desembarcado en Provenza.