Montpellier es una ciudad vibrante y enérgica en la costa sur de Francia, que compite con Toulouse como la ciudad más dinámica del sur. Con las atmosféricas calles peatonales del casco antiguo para explorar y la gran población estudiantil que marca el tono cultural e intelectual de la ciudad, puedes entender por qué la ciudad es famosa por su vida cultural. La ciudad alberga una variedad de festivales anuales, incluido Montpellier Danse (de finales de junio a mediados de julio) y de música, Le Festival de Radio-France et de Montpellier (segunda quincena de julio).

Las playas más cercanas para darse un chapuzón están en Palavas (tranvía en dirección “Odysseum” hasta Port Marianne, luego autobús número 28), pero las mejores están un poco al oeste de la ciudad.

Llegar a Montpellier

La ciudad está comunicada por ferrocarril, incluido el tren de alta velocidad TGV.

El Aeropuerto Montpellier – Méditerranée está situado en la zona de Fréjorgues, en la localidad de Mauguio, al sureste de Montpellier.

Benjamín de Tudela, un viajero judío del siglo XII, informó que las calles de Montpellier estaban repletas de comerciantes de todos los rincones de Egipto, Grecia, Galia, España, Génova y Pisa. Después de que el rey de Mallorca la vendiera a Francia en 1349, la ciudad se convirtió en una importante ciudad universitaria (la universidad es una de las más antiguas del mundo, fundada en 1289), y cuenta entre sus alumnos al satírico radical François Rabelais.

Los reveses periódicos, incluida la destrucción casi total del protestantismo en 1622 y la depresión del comercio del vino en los primeros años del siglo XX, no han impedido el crecimiento de esta ahora bulliciosa ciudad en la costa sur de Francia.